Al iniciar un proceso de selección damos gran importancia a las necesidades de la organización y las especificaciones del rol, la experticia en el sector y el desempeño comportamental que se espera de la persona a ingresar al cargo, pero es importante que también preguntarnos…
¿Qué tiene la organización para brindarle al nuevo integrante?
Es ahí entonces cuando hablamos de bilateralidad en el proceso de selección. Es importante que se genere una relación recíproca. Donde la organización exponga la proyección y lo esperado del nuevo integrante, pero también se tenga en cuenta que espera precisamente ese nuevo integrante de la organización en aras de que se identifique sinergia entre las dos partes y haya concordancia para trabajar por los objetivos en común.
Por consiguiente el proceso lo debemos concebir en doble vía. En donde los intereses organizacionales estén claros, pero aspectos como cultura organizacional, dinámicas relacionales y características contractuales también sean atrayentes para ese nuevo integrante.
